miércoles, 24 de noviembre de 2010

Nestor y Cristina

 Hace algún tiempo me vengo preguntando porque los llamamos Nestor y Cristina. La respuestas es obvia porque son sus nombres no, pero es algo un poco mas profundo. Aquellos que nos identificamos con este proyecto, modelo o ideologías, sentimos una pertenencia muy grande hacia ellos, no sentimos que sean inalcanzables  los sentimos cerca quizás en otro tiempo los llamaríamos Presidenta- Presidente, pero con ellos es distinto.
 El domingo salio una nota en el diario tiempo Argentino donde se muestra a Cristina de la mano junto con alumnos de la escuela primaria subiendo las escaleras para ingresar a la casa rosada, los mas llamativo de la nota o quizás no, es que los alumnos estaban visitando la Plaza de Mayo, Cristina llegaba a la Casa de gobierno y los chicos le gritaron Presidenta, entonces ella le dijo a los custodios que los dejen pasar, los tomo de las manos y los guió por la Casa Rosada, es algo de una persona carismática, de que no se cree mas que nadie es una actitud muy de Nestor, creo que por algo se eligieron hace mas de 30 años y eso de alguna manera explica por que muchos los llamamos Nestor y Cristina, por su cercanía.

Cristina lo dijo hace poco en un acto: que era sobre todo compañera del pueblo y que eso nunca lo iba a cambiar, eso marca las claras diferencias con una oposicion patética que hace agua por todos lados.
Les dejo la nota del Diario tiempo argentino que esta muy buena es de un suplemento del domingo donde se habla de Cristina y las mujeres, también les recomiendo que lean el diario que por estos pagos se esta vendiendo y leyendo mucho.

Gracias Nestor y Cristina por ser lo que son para este pueblo.
Abrazo K


Una foto con los chicos

La imagen presidencial que vale más que mil palabras

Publicado el 21 de Noviembre de 2010

Cristina Fernández prefiere la calidez de la invitación informal a la entrevista guiada por la Casa de Gobierno.
  Uno. Alumnos de una escuela pública visitan la Plaza de Mayo. Reglamentaria excursión escolar. La presidenta llega a la Casa Rosada. La ven. “Presidenta”, le gritan para saludarla. Ella les indica a sus custodios que los dejen ingresar.
Dos. Cristina toma de la mano a dos de ellos y les propone entrar. Gritos de recreo. Rápido se forma una cadena de manos. Suben los peldaños de la escalinata. La presidenta, los chicos, la maestra. Cristina sonríe. El fotógrafo Alejandro Schapovaloff dispara la foto.
Tres. Roland Barthes habla de la fotografía como el testimonio de que “esto ha sido”. Una foto sintetiza, de alguna forma, el pasado, el instante congelado y el futuro. Un martes 16 de noviembre de 2010 la presidenta ingresó a la Casa Rosada acompañada por una veintena de niños. Sonreía. ¿Y el futuro?
Cuatro. En esas manos apretadas hay algo más que el guiño pautado de un político. Lo vio el fotógrafo. Cristina invita. Señala que la puerta está abierta. En rol docente subvierte la idea machista de la “maestra ciruela”, que apenas se habría limitado a cierta visita guiada, como quien dice “pasen con cuidado, pero no toquen nada”.
Cinco. El luto y los guardapolvos blancos.
Seis. “Me gustaría tener 30”, leí por algún lado hace días. Que el kirchnerismo reavivó el interés de los jóvenes por la política se convirtió en una idea recurrente. No se dice, en cambio, que “juventud” también es creer en la posibilidad de un cambio realista de las cosas. A los siete y también después de los 30.
Siete. Se instala, de a poco, una idea de juventud más amplia y cercana a subir escaleras sonriendo, aunque cueste. Más cercana a las manos apretadas.
Ocho. Habría que pensar qué significa hoy ser mujer en esa clave de manos apretadas. Tal vez la respuesta esté en la voluntad de subir escaleras con una sonrisa aun en los peores momentos. 
Nueve. “Las fotografías son detalles. Por lo tanto, las fotografías se parecen a la vida”, Susan Sontag.
Diez. Una mujer indica que las puertas están abiertas. La política está ahí

1 comentario:

  1. Tierna y Firme, así es Cristina. Así, aunque fuese hombre, lo era Néstor. Hay mucha ternura detrás del chichón del día de la asunción, así como hay mucha firmeza en la orden de descolgar el cuadro del dictador inmundo asesino y apropiador.

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